Un Recargo por Riesgo de Piratería (RRP) es una tarifa impuesta por el transportista a los propietarios de cargas para compensar los aumentos en las primas de seguro para los barcos que pasan por áreas propensas a la piratería. Este recargo también se utiliza para financiar programas contra la piratería, como el secuestro y el secuestro, así como para tener en cuenta el aumento en la seguridad marítima. La piratería marítima ha sido particularmente frecuente en el Golfo de Guinea y el Golfo de Adén, así como en países vecinos como Somalia, Yemen y Djibouti.
Debido a que los costos de seguro varían según la ruta, el escenario general y la aseguradora, las compañías navieras evalúan individualmente el riesgo y establecen el Recargo por Riesgo de Piratería. El recargo típico por riesgo de piratería es de entre $100 y $200 por FEU. Sin embargo, no es raro que estas tarifas aumenten drásticamente en aguas propensas a la piratería. Las navieras a menudo publican sus precios en línea o al cotizar tarifas de flete marítimo.
Las líneas de envío aplican un recargo por riesgo de piratería por diversas razones. Las principales razones para trasladar estos cargos a los propietarios de carga son equilibrar las primas de seguro aumentadas para sus embarcaciones, la seguridad adicional requerida a bordo, los gastos de combustible más altos debido al aumento de la velocidad de la embarcación y los salarios de mayor personal.