La gestión de almacenes es el control de las operaciones diarias del almacén. El envío, la recepción, la colocación y la selección de mercancías son parte de los procesos. La gestión de almacenes es básicamente la interacción entre la recepción de mercancías y la entrega de mercancías.
En general, la gestión de almacenes ayuda en la organización del espacio, la gestión del inventario, la mejora del rendimiento del almacén, el uso de la logística de almacén apropiada, la facilitación del movimiento de productos, y así sucesivamente. Como resultado, se asegura de que todos los procedimientos del almacén, incluido el registro de todos los cambios en el stock del almacén, se lleven a cabo de manera fluida y rentable. Por un lado, institucionalmente, como un órgano de gestión y ejecución de la gestión de almacenes de una empresa, y funcionalmente en términos de inspección, ejecución y documentación de todas las operaciones intralogísticas. Estas incluyen, por ejemplo, el mantenimiento de diversos componentes del sistema de almacenamiento (mecánico y basado en TI), la administración de ayudas al transporte y envases reutilizables, como paletas, contenedores, tambores de cables, vacíos, y así sucesivamente.
La gestión de un almacén se realiza típicamente con la ayuda de un sistema de gestión de almacenes. Este es un sistema que controla las relaciones de existencias, como lote, artículo, surtido y ubicación de almacenamiento. Además, existen ciertos tipos de gestión de almacenes, que incluyen la gestión manual de almacenamiento, la gestión de almacenes asistida por software y los sistemas complejos/automatizados.
Según OrderHive, hay 5 fundamentos de la Gestión de Almacenes: Gestión de Almacenes Centrada en el Cliente, gestionar tu almacén con un flujo de trabajo y control sólidos, crear un sistema que esté listo para adaptarse a las circunstancias cambiantes, toma de decisiones basada en datos y mantenerse al día con la tecnología en constante evolución.