La logística de entrada se refiere al proceso de llevar los productos comprados dentro de la empresa. Mientras que la logística de salida verifica que el movimiento de mercancías sea desde la empresa fabricante hacia sus clientes u otras empresas, la logística de entrada se centra básicamente en la recepción de mercancías, o la entrada de productos de los proveedores al almacén. El objetivo principal de la logística de entrada es asegurar que la organización cuente con todos los materiales necesarios para llevar a cabo el negocio de manera fluida. Las empresas deben predecir la demanda, establecer cómo recibirán los suministros, organizar los flujos de producto y, lo más importante, gestionar la recepción de productos sin errores para un procedimiento efectivo.
La logística de entrada involucra el transporte, almacenamiento y recepción de mercancías en una empresa, así como la compra de cosas para la oficina o unidad industrial. La unidad de producción de una empresa fabricante compra materias primas o componentes a sus proveedores para fabricar otros productos. La eficiencia en la logística de entrada es, por lo tanto, crucial: esta fase puede hacer o romper la cadena de suministro de la empresa. Es difícil para la empresa comenzar el proceso de fabricación o comercializar sus productos sin la adquisición correcta, recepción y almacenamiento de los materiales necesarios para llevar a cabo la actividad comercial (producción y/o ventas).